Social

El estudiante autónomo no es autodidacta ni adquiere todas sus habilidades en solitario, más bien, busca un proceso social en donde el apoyo, guía y retroalimentación de tutores y compañeros son necesarios para alcanzar el desarrollo de la autonomía en el estudio. Fomentar esta habilidad interpersonal es tan importante como las demás dimensiones del aprendizaje autónomo.

Considerar las habilidades sociales beneficia tanto al trabajo en equipo como al trabajo individual, debido a que contribuye a la construcción del conocimiento a través de las relaciones que se establecen entre profesores y estudiantes. Con las interacciones sociales se adquiere consciencia sobre el entorno, se desarrollan habilidades de comunicación, se genera una vinculación, se produce colaboración, autogestión y pensamiento crítico.

De acuerdo con Chica (2010), el aprendizaje social es una convivencia sociocultural, intelectual y moral. Se requiere de una conciencia sobre sí para entender cómo se puede contribuir con los procesos cognitivos y metacognitivos de los demás en un proceso solidario y de cooperación grupal que fomenta la sensibilidad social.

La dimensión social es un tejido de interacciones y relaciones que se generan en el proceso de aprendizaje, en el cual se involucran profesores, estudiantes, personas de nuestro entorno, así como materiales de estudio y herramientas de comunicación que, al final, facilitan la asimilación y transmisión del conocimiento.


SECCIONES DE LA DIMENSIÓN SOCIAL
PARA DOCENTES Y PARA ESTUDIANTES


RECURSOS DE INTERÉS

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Chica, F. (2010). Factores de la enseñanza que favorecen el aprendizaje autónomo en torno a las actividades de aprendizaje. Reflexiones Teológicas, 6, 167-195.

Ponce, M. (2016). La autogestión para el aprendizaje en estudiantes de ambientes mediados por tecnología. Diálogos sobre educación, 7(12).