Confianza y seguridad para el aprendizaje

Los sentimientos, emociones, voluntad y motivación son factores que impactan y determinan las experiencias de aprendizaje. El lado afectivo del aprendizaje no se opone al lado cognitivo; por el contrario, cuando ambos se utilizan juntos, el proceso de aprendizaje se puede construir sobre una base más sólida.

Cuando un alumno tiene interés por una actividad es porque tiene una necesidad, la cual lo induce a realizar una acción que puede ser de origen fisiológico o psicológico. Si el alumno no está motivado, no hará el esfuerzo por aprender, por desarrollar actividades o trabajos de la manera adecuada ni mucho menos buscar estrategias que le ayuden a resolver sus problemas o actividades. También se tiene que entender que la motivación de un alumno se ve influenciada por la relación interpersonal que tiene con la familia, la escuela y sus compañeros. La motivación condiciona la efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje y el rendimiento académico de los estudiantes. 

Para suprimir el fracaso escolar es recomendable fomentar el aprendizaje cooperativo, ya que mejora la motivación intrínseca del alumno, la autoestima y el funcionamiento de las capacidades intelectuales aumentando la capacidad crítica y la calidad de procesamiento cognitivo de la información.